Más conocido como “lucho” es uno de los grandes deportistas de San Francisco que dejaron su huella bien marcada en la historia del motocross a nivel nacional y sudamericano. Hoy tiene 46 años, dándose los gustos de seguir corriendo, pero dejando el camino a su hijo Pablo.
Habló con DIARIOSPORTS.COM.AR y recordó su exitosa trayectoria en donde llegó a ser el mejor del país.
Lucho, ¿Cómo y cuando comenzaste a correr en motos? Empecé a los 14 años por accidente, andaba en la calle y me chocó un auto, por ende la moto fue a un taller mecánico para repararla y me empezó a gustar el tema de estas maquinas. Antes de eso no me gustaba el motociclismo, en mi familia no había nadie “tuerca”, si bien yo veía a los 13 o 14 años las carreras de autos, pero nunca en forma fanática, sin imaginarme como se iba a desarrollar mi vida.
¿En qué año fue tu primera carrera y con que moto? Los años 76, 77 más o menos empecé a correr con una Zanella 180cc en Pilar provincia de Santa Fe. Corrí un año escondido de mis padres, miraba como competían los otros para poder copiarlos e ir aprendiendo. Luego mi padre me descubrió una foto en donde estaba corriendo y lo que primero me dijo es que estaba loco. Después tuve la suerte de que me vio y me empezó a apoyar y con el apoyo de él logré muchas cosas.
¿El momento cumbre fue el mundial en Salta? Si, eso quedó marcado en la historia, fue la primera vez que venía el mundial a la Argentina, fue en Salta. Previo a eso realizamos muchas pruebas para poder ingresar y los resultados se dieron. En la carrera por el campeonato mundial salimos 13 de 40 maquinas y 15 eran los que competían habitualmente en todas fechas. Fui el mejor Argentino y mejor latinoamericano clasificado, eso me marcó de una manera muy fuerte por ser el mejor del país en esos momentos, cuando estaban todos en competencia era algo muy importante. Corrimos dos series de 40 minutos más dos vueltas, fue muy agotador. La repercusión nacional fue muy grande, revista El Gráfico y demás… Si, la revista El Gráfico publicó una nota que tenía de titulo “El ángel volador”, fue en el año 1986. Yo había sido el mejor argentino en el `85, pero en ese entonces no me conocían, ya en el año siguiente las cosas cambiaron y me reconocieron en muchos lugares, en la revista El Gráfico en ese momento y en otras revistas como La Corsa.
¿Que pasó en esos casi 8 años luego de tus comienzos y Salta? Muchísimas cosas, me golpeé en varias ocasiones, esas cosas me sirvieron de aprendizaje, y son esos los pasos que le estoy trasmitiendo a mi hijo, que de los golpes también se aprenden cosas.
¿Qué sucedió después de año 1985? Después de ese año, una empresa de hipermercados me llevó a vivir a Rosario para correr con y para ellos. Primero se creyeron que tenía una moto súper preparada, pero luego se dieron cuenta que era normal. Corrí todo ese año a nivel nacional, algo que no lo había podido hacer antes por la cuestión económica, pero con el apoyo de esta gente se pudo lograr y salimos subcampeón argentino.
¿Ahora con Pablo dándole consejos? ¿Tuviste miedo alguna vez de que le suceda algo? Tuve miedo cuando él tenía 4 años, después eso fue pasando. Me equivoque en dejarlo varias años escondido, sin competir, pero por suerte la vida da revanchas y ahora con la edad que tiene esta preparado para competir en la moto que lo esta haciendo.
Lucho, ¿Qué tenés pensado para el futuro? En lo personal no mucho en cuanto al motocross, esto lo estamos haciendo a nivel familiar con el apoyo de todos mis hijos y de mi esposa, yo no puedo aspirar a más porque no entreno, pero seguiré corriendo mientras pueda y hasta donde de el bolsillo. Lo principal es apoyar a mis hijos en todo lo que hacen.
¿Cómo esta conformada tu familia? Mi señora Mari, mis tres hijos Pablo, Emiliano el futbolista y Bruno que esta entre el fútbol y las motos.
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